Es probable que todavía no tengas un molino de café en tu cocina. Sin embargo, también es muy probable que, una vez pruebes el café recién molido, nunca más vuelvas a tomar ningún otro café. ¡Qué diferencia!
Los verdaderos amantes del café ya saben que el recién molido no tiene punto de comparación con los cafés que se adquieren ya molidos. ¡Y es que el sabor, el aroma y la textura son taaan distintos!
Y ya no solo por eso: contar con un molino de café nos ayuda a conseguir la molienda perfecta para una extracción ideal.
El café ya molido va perdiendo aromas, sabores y matices con el paso del tiempo. Por eso,haznos caso… ¡El café recién molido no tiene comparación! 🙂