Un consumo diario moderado de cafeína (hasta 300 mg, el equivalente a dos tazas de café) es lo recomendado por los expertos. Controlar las cantidades que consumimos es importante porque un exceso de cafeína puede provocar algunos problemas relacionados con la salud, como pueden ser: aumento del ritmo cardiaco, arritmia, subida de la tensión arterial, insomnio…
Dejar de ingerir cafeína en altas cantidades puede provocar síndrome de abstinencia, que puede manifestarse en dolor de cabeza y pérdida de ánimo, aunque éste suele superarse en pocos días.
Además, aquellas personas con dificultad para dormir deben limitar el consumo de cafeína a las cantidades normales y evitar ingerir cualquier producto que la contenga en las horas anteriores el periodo de sueño.