El cappuccino o capuchino es uno de esos cafés que tienen algo especial. Muchos no se atreven a prepararlo en sus casas porque creen que va a ser complicado y relegan su consumo a las cafeterías y bares. Por eso, si eres amante de los buenos cappuccinos, no puedes perderte los consejos que te dejamos a continuación.
Un cappuccino es un tipo de bebida compuesta de café expreso y leche muy espumosa, al que suele añadirse cacao o canela en polvo una vez preparado, aunque esto último dependerá del gusto del consumidor. El toque especial del capuchino se consigue con la cantidad de leche y la cremosidad de esta. Te damos algunos consejos para su preparación:
- Elige un café de calidad. Este consejo vale para cualquier tipo de preparación del café. La calidad de este siempre es lo más importante si quieres conseguir un buen resultado.
- Muélelo antes de su consumo. Como te hemos dicho muchas veces, es esencial que muelas el café justo antes de prepararlo, en lugar de comprarlo ya molido.
- Coloca tu café en el portafiltro. Por supuesto, una máquina de café expreso siempre es la mejor opción para preparar este o cualquier otro tipo de café.
- Emulsiona la leche. Una vez que ya tengas el café expreso, comienza la preparación de la leche. Para ello, viértela en una jarra metálica y emulsiónala con la lanceta de vapor de tu máquina. Comprueba que la temperatura no supere los 65º y que el volumen de la leche se haya doblado.
- Añade cacao o canela en polvo -opcional-. Por supuesto, este es un paso totalmente opcional, que dependerá del gusto de cada uno. Aunque la receta original del capuchino no lleva estos ingredientes, actualmente es muy común verlo servido de esta manera.
El resultado final será un café expreso con una gruesa capa de espuma. Esta es la diferencia con respecto a un café con leche, por ejemplo; el cual está formado de un café expreso acompañado de leche en su estado líquido y una fina capa de espuma.