Etiopía es otro de los países que nos brinda los mejores cafés del mundo. De hecho, es considerado como el segundo país (o tercero, dependiendo de los rankings) cuya producción de café es de mayor calidad. ¿Conocías este dato?
¡Hoy queremos hablarte de algo más: queremos que descubras algunos consejos para reconocer el café de Etiopía! Es decir: algunos datos sobre sus características más particulares. ¡Vamos allá!
Antes de nada, debes saber que, en Etiopía, podemos encontrar más de 10.000 variedades distintas de grano de café. ¡Sí, sí, como lo lees! Algunas de ellas son Sidamo, Yirgacheffe, Harrar o Jimma. ¡Cada una de ellas, por supuesto, con sus características y peculiaridades! Por ello, puede resultar complejo identificar, simplemente, si un café es o no etíope. Existen tantas variedades y tan distintas…
Los granos del café etíope son más duros y densos que los de otros países, dado su cultivo en altura. Esto implica, además, que sea un café con un mayor contenido de azúcar, lo cual influirá en su sabor final. Los granos son, además, más pequeños que los que se cultivan en otros países y deben seguir un proceso de tueste algo particular. Todo ello conlleva un sinfín de sabores, aromas y texturas que variarán dependiendo de la variedad de café etíope de la que hablemos.