¿Recuerdas que el AROMA era otro de los componentes del mapa sensorial del café? De hecho, te contamos que, «a rasgos generales, y aunque dependerá del café, nuestra nariz podrá percibir notas de caramelo, galleta, mantequilla, frutos secos, chocolate y vainilla, entre otros». ¡Pues ahora es el turno de pasar a otro sentido! En concreto, el sentido del gusto. Por eso, en este post, te hablaremos sobre el sabor del café. ¡Vamos!
El sabor amargo, también conocido como sabor macro, es el principal sabor que podemos detectar en el café. A este, le acompañan otros, como la sensación de acidez y, por último, la sensación de dulzor. Dependiendo del tipo de café, lo ácido o lo dulce será lo que resalte por encima del otro.
El café debe tener un gusto equilibrado: ni muy amargo, ni muy ácido ni muy dulce.