Hace unos días, te contamos que el café soluble no es peor para tu salud que otros tipos de café. Es cierto que no dispone de las mismas propiedades, ni del mismo sabor o aroma. Pero, de hecho, es una de las opciones más elegidas por aquellos que no pueden invertir un minuto de su tiempo para disfrutar de una taza lenta, pausada y de la máxima calidad.
Sin embargo, esto es algo demasiado necesario debido al ritmo frenético con el que todos vivimos. Por ello, queremos seguir hablándote sobre el café soluble o instantáneo. En concreto, en este post, te mostramos cómo se obtiene el café soluble.
¡Vamos!
El proceso de obtención del café instantáneo puede seguir dos procesos independientes. Por un lado, el secado por aspersión. Por otro lado, la liofilización. Sin embargo, los pasos previos son los mismos:
- Tueste del café a unas temperaturas de más de 190 grados.
- Molido del café.
- Extracción de los sólidos solubles al agua caliente.
- Centrifugación del líquido obtenido.
- Eliminación del agua.
- El secado del producto que obtenemos es el que sigue o bien el proceso de aspersión o el de liofilización.
¿Queréis una guía más extensa sobre el proceso de elaboración de este tipo de café? ¡Háznoslo saber! 🙂